La austeridad de las familias dispara su superávit financiero y alivia el descalabro del Estado
En diez años las Administraciones públicas han duplicado su déficit mientras los hogares han alcanzado los dos billones en positivo
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Las familias están logrando que el balance financiero de España no se descalabre. Esta es la conclusión que se extrae del Boletín Estadístico del Banco de España (BdE): los hogares e instituciones sin fines de lucro tienen un superávit de 2 billones de euros mientras las Administraciones públicas ostentan un déficit de más de un billón. Así, el total de la economía española tiene un balance negativo de -832.915 millones de euros, cifra que sería aún más negativa si no fuera por la austeridad de los españoles durante los últimos años.
La mala coyuntura económica ha provocado que los hogares se apretaran el cinturón. Los ciudadanos han seguido la vieja e intuitivo principio de ‘no gastar más de lo que se ingresa’. Tanto es así que en julio de 2013 las familias tenían un superávit de 897.244 millones de euros y diez años después, en sus activos financieros se aprecia un balance positivo de 2 billones, más del doble. Mientras, el Gobierno de Pedro Sánchez eleva continuamente el gasto desoyendo los avisos de la Comisión Europea y de diferentes instituciones como la Airef.
Es decir, durante ese período de tiempo los hogares han reducido su deuda – de 888.509 millones a 748.629 millones- y han aumentado sus inversiones – de 1,7 billones a 2,7 billones-. El resultado de estas decisiones ha sido que sus cuentas estén plenamente saneadas. Así, la ‘política económica’ que han seguido los españoles en su vida personal contrasta con la que ha tomado el Gobierno.
El déficit del Estado se duplica
Los datos ofrecidos por el BdE muestran que las Administraciones públicas han pasado de tener un déficit de 640.901 millones en julio de 2013 de euros a un billón en la actualidad, casi el doble. Es decir, el Estado se ha endeudado – de 1,2 billones a 1,9 billones- más que lo que han aumentado sus inversiones – de 591.985 millones a 916.368 millones- en diez años.
Por tanto, el balance de la Administración muestra una irresponsabilidad económica que no obedece a los mismos criterios que siguen los ciudadanos. El excesivo endeudamiento del Estado es ‘rescatado’ por la responsabilidad familiar que impide que se descalabren las cuentas.
El balance de las empresas
Las sociedades no financieras han pasado de tener un déficit de 1,36 billones de euros en 2013 a 1,7 billones. Las empresas financieras, por su parte, tenían un superávit de 162.437 millones de euros y tras diez años, ostentan un balance negativo de -79.722 millones.
Sin embargo, el endeudamiento empresarial es usual en tiempos de expansión del PIB. Y es que el crecimiento económico derivado del hundimiento de la pandemia requiere de una inversión inicial y esta de deuda.
Pese a ello, la reducción del balance de las sociedades ha sido mínima en comparación con la de la Administración. Y es que el Ejecutivo de Pedro Sánchez se ha caracterizado por el empeoramiento constante de los niveles de déficit y deuda. Una herencia que recibirá el próximo gobierno y que recaerá sobre los bolsillos de los españoles en el futuro. Los mismos que durante años han sabido aplicar en su hogar las medidas adecuadas tendrán que pagar las consecuencias de las decisiones políticas del actual Gobierno. Todo ello mientras sostienen el balance financiero de España e impiden que se descalabre rozando los tres billones de déficit.